hoy sábado abro el diario por la parte posterior como usualmente hago y luego de leer varios artículos noticiosos me centro en las viñetas de humor que siempre aparecen en él; y grande fue mi sorpresa al encontrarme con una pequeña historia de ¿humor? (humor negro en todo caso será) totalmente clasista, insensible con los animales, y buscando hacer reír apelando a los instintos más básicos del ser humano.
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en la historia, condorito es un albañil trabajando en echar cemento a una pared en la parte alta de un edificio cuando una señora se detiene en la acera con su mascota, casi directamente debajo de él, de tal manera que su perro no cesa de ladrarle a condorito y es aquí donde vuelve a intervenir la señora y viene mi primera objeción:
es decir, un albañil, un heladero, una persona de limpieza pública, un vendedor de periódicos o al paso, entre otros, son "gente sin clase" (¿a los que quizá hay que mirarlos con desprecio y por encima del hombro?). un adulto puede discernir lo que lee y saber cuándo está ante un texto clasista de lo más prejuicioso pero no un menor de edad al que generalmente van dirigidas a través de revistas este tipo de historietas. toda persona merece respeto haga el trabajo que haga siempre que lo realice adecuadamente sin faltar a nadie de alguna forma en su integridad.
la pequeña historia continúa y es mucho peor de lo anterior.
la señora en vez de continuar con su camino, pues donde está detenida no es un paradero de autobuses de transporte de servicio público o de taxis, ni está esperando a nadie; persiste en seguir ahí dejando que su mascota le ladre insufriblemente a condorito por un innecesario lapso de tiempo demasiado largo hasta sacarlo de sus casillas:
y él por toda respuesta le lanza una buena cantidad de cemento hasta matarlo:
yo, la verdad, no lo podía creer. ¿condorito asesinando a un animal inocente al que generalmente hay que cuidar hasta de él mismo sólo porque lo sacó de sus casillas? sí, lamentable y tristemente, sí, aquello sucedió.
esta pequeña historieta termina con un condorito de lo más simplón supuestamente para hacernos reír.
pepo, el creador de condorito se revolcaría en su tumba si se enterara lo que están haciendo los responsables actuales que manejan los derechos de condorito con su más famoso personaje, pues él cuidaba mucho de los diálogos y su forma de hacer reír.
fuente: diario el comercio, lima, sábado 14 de julio del 2018

en la historia, condorito es un albañil trabajando en echar cemento a una pared en la parte alta de un edificio cuando una señora se detiene en la acera con su mascota, casi directamente debajo de él, de tal manera que su perro no cesa de ladrarle a condorito y es aquí donde vuelve a intervenir la señora y viene mi primera objeción:
es decir, un albañil, un heladero, una persona de limpieza pública, un vendedor de periódicos o al paso, entre otros, son "gente sin clase" (¿a los que quizá hay que mirarlos con desprecio y por encima del hombro?). un adulto puede discernir lo que lee y saber cuándo está ante un texto clasista de lo más prejuicioso pero no un menor de edad al que generalmente van dirigidas a través de revistas este tipo de historietas. toda persona merece respeto haga el trabajo que haga siempre que lo realice adecuadamente sin faltar a nadie de alguna forma en su integridad.
la pequeña historia continúa y es mucho peor de lo anterior.
la señora en vez de continuar con su camino, pues donde está detenida no es un paradero de autobuses de transporte de servicio público o de taxis, ni está esperando a nadie; persiste en seguir ahí dejando que su mascota le ladre insufriblemente a condorito por un innecesario lapso de tiempo demasiado largo hasta sacarlo de sus casillas:
y él por toda respuesta le lanza una buena cantidad de cemento hasta matarlo:
yo, la verdad, no lo podía creer. ¿condorito asesinando a un animal inocente al que generalmente hay que cuidar hasta de él mismo sólo porque lo sacó de sus casillas? sí, lamentable y tristemente, sí, aquello sucedió.
esta pequeña historieta termina con un condorito de lo más simplón supuestamente para hacernos reír.
pepo, el creador de condorito se revolcaría en su tumba si se enterara lo que están haciendo los responsables actuales que manejan los derechos de condorito con su más famoso personaje, pues él cuidaba mucho de los diálogos y su forma de hacer reír.
fuente: diario el comercio, lima, sábado 14 de julio del 2018